En Prinsengracht di con una preciosa tienda llamada “I love Vintage”. Diversos artículos con un encanto especial hacen de este lugar un sitio idóneo para encontrar prendas diferentes y con personalidad para cualquier estilo, como las gafas de pasta negra que llevo en el post de hoy.
Lazos con detalles para el pelo, gorros con flecos y otros productos con cierto aire vintage nos ayudaron a pasar un día de lo más entretenido y provechoso con mi clienta. Y es que no hay que olvidar una de las cosas más importantes en el mundo de la moda…la moda es diversión.
También visité los almacenes más importantes de la capital holandesa, llamados Bijenkorf. Éstos, situados cerca de Dam Square, me trajeron a la mente el Corte Inglés del Paseo de la Castellana tanto por su variedad de productos como por su distribución.
Y entre tienda y tienda, hicimos un break para visitar uno de los lugares que no deberían faltar en nuestra lista al llegar a Ámsterdam… la casa de Ana Frank. Un sitio mágico, con historia y un millón de recuerdos que no dejan indiferente a nadie.
Queda poco viaje, pero está siendo una experiencia inolvidable que me está permitiendo conocer nuevos lugares, descubrir otras costumbres y ver la moda desde otra perspectiva.
La moda es continuo cambio…y siempre seguiremos aprendiendo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario